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Por qué Fomentar el Pensamiento Crítico en la educación

pensamiento crítico y social media

Imagina un Mundo Dominado por Pantallas

En el mundo interconectado en el que vivimos, parece cada vez más complicado encontrar momentos en los que no estemos sumergidos en el reino de internet y las redes sociales. Solo hay que observar que sucede en el autobús, el metro, las salas de espera o incluso en la calle, para darnos cuenta cómo la sociedad en general, y la juventud en particular, parece inmune al paso del tiempo y a lo que sucede a su alrededor, absorta en sus teléfonos mientras se desplaza por sus feeds, comparte memes y reacciona a publicaciones. Estudios, como la encuesta del Pew Research Center de 2018 y el informe de Common Sense Media, confirman esta observación, revelando que la gran mayoría de los adolescentes están activos en plataformas como Instagram, TikTok y Snapchat. Según estos estudios, el 95% de los adolescentes tienen acceso a un smartphone, y el 45% dice estar en línea “casi constantemente”. Pero ¿qué impacto tiene este consumo constante de contenido en la forma en que los jóvenes piensan y toman decisiones?

Las Dos Formas de Pensar: La Historia de Ana y Julio

Esta constante exposición al mundo digital influye cómo las jóvenes mentes procesan la información y dan una respuesta. Consideremos los casos de Ana y Julio, dos jóvenes ficticios, para ilustrar esta situación. Ana suele confiar en su intuición e instinto, se siente cómoda tomando decisiones rápidas dejándose llevar por las sensaciones del momento. Cuando encuentra una publicación en Instagram o TikTok, reacciona al instante, impulsada por lo que le genera. En el otro extremo está Julio, que necesita reflexionar y evaluar un hecho o situación antes de formarse una opinión o tomar una decisión. El estilo de Ana es más “experiencial”, impulsado por la emoción y la intuición, mientras que el de Julio es más “racional”, impulsado por el análisis y la reflexión.

Todos tenemos una Ana y un Julio que, consciente o inconscientemente, guían cómo respondemos a cada situación u hecho que se nos presenta. En algunos casos, la voz de Ana es más fuerte, en otros, Julio lleva la voz cantante. Necesitamos a nuestra Ana y nuestro Julio para desenvolvernos en nuestro día a día. El equilibrio entre ambas voces nos llevará a tomar la mejor decisión posible en cada situación. Sin embargo, las redes sociales parecen estar rompiendo este equilibrio, dándole más protagonismo a Ana. La omnipresencia de las redes sociales y la rapidez con la que se consume la información en estas plataformas, están inclinando la balanza hacia un pensamiento rápido o experiencial, impulsado por la emoción y la intuición.

Las consecuencias de este cambio pueden ser significativas. Decisiones impulsivas y basadas en emociones pueden llevar a malentendidos, difusión de información errónea y, en última instancia, a una sociedad menos informada y crítica. Es esencial reconocer este cambio y trabajar para equilibrar estos dos estilos.

La Necesidad de una Luz Guía: El Pensamiento Crítico

Esta situación parece apremiar la necesidad de dotar a la juventud de herramientas que les ayuden a navegar en el océano de información, emociones y sensaciones en el que diariamente se ven inmersos. Ayudarles a desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico sería como entregarles una brújula y un mapa con el que poder orientarse en las en el mundo de información en que están inmersos. Gracias al pensamiento crítico cuestionarán la autenticidad de la información, analizarán los mensajes y reflexionarán sobre sus implicaciones. Fomentar estas habilidades, contribuirá no solo a estar más preparado para responder a los desafíos del mundo digital sino también a los retos y complejidades que la vida presenta.

Estrategias para Promover el Pensamiento Crítico

Algunas de las estrategias que se pueden llevarse a cabo en las aulas para desarrollar estas habilidades tan necesarias:

  1. Fomentar el Diálogo Abierto y el Debate: Crear un ambiente que valore el diálogo abierto y el debate contribuye a que el alumnado aprenda a respetar opiniones y puntos de vista diferentes, y construya y defienda sus argumentos lógicamente.
  2. Integrar el Aprendizaje Basado en Problemas: Plantear al alumnado problemas del mundo real que deban resolver empleando habilidades como el análisis y la evaluación.
  3. Promover la Práctica Reflexiva: Invitar al alumnado a reflexionar sobre sus experiencias de aprendizaje y la aplicación del conocimiento, fomentando una comprensión y análisis críticos más profundos.
  4. Usar el Cuestionamiento Socrático: Utilizar la pregunta como herramienta para estimular el pensamiento crítico, forzando al alumnado a aclarar, justificar y desarrollar sus pensamientos.

 

Las redes sociales, con su flujo constante de información y estímulos emocionales, parecen estar influenciando nuestros patrones de pensamiento. Antes, cuando nos encontrábamos con información nueva o desconocida, podríamos tomarnos el tiempo para investigar, reflexionar y evaluar su veracidad. Sin embargo, en el acelerado mundo de las redes sociales, la desinformación se propaga rápidamente. Estas plataformas han reducido el costo psicológico de aceptar información errónea, haciendo que sea más fácil creer en algo sin cuestionarlo en comparación con el esfuerzo de verificar su autenticidad. Es por ello por lo que en un mundo inundado de información y dominado por las redes sociales y la sensación de inmediatez, fomentar las habilidades de pensamiento crítico es tan importante.

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