El sesgo de autoridad: Cuando las palabras pesan más que los hechos

el sesgo de autoridad y la toma de decision

El 29 de enero de 2025, un terrible accidente aéreo cerca del aeropuerto Reagan de Washington se cobró la vida de 67 personas. Dos días después, el presidente Donald Trump realizó unas declaraciones desde la sala de prensa de la Casa Blanca, atribuyendo la responsabilidad del accidente a las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) implementadas por las administraciones de Barack Obama y Joe Biden.

Las palabras de Trump, como las de cualquier figura de autoridad, tienen un peso importante en la percepción pública de los eventos. Este caso nos permite examinar cómo el sesgo de autoridad puede influir nuestras opiniones y decisiones.

Este sesgo hace referencia a nuestra tendencia de dar mayor credibilidad a las opiniones de figuras que percibimos como autoridades, incluso en temas fuera de su área de experiencia. Este mecanismo mental, a menudo inconsciente, puede llevarnos a aceptar información sin cuestionarla o a tomar decisiones basadas más en quién lo dice que lo que se dice. De este modo, el sesgo de autoridad podría llevar a los seguidores de Trump a aceptar sus palabras como verdades, dando por hecho que, como presidente, tiene acceso a información privilegiada. Por otro lado, sus opositores podrían descartar automáticamente cualquier cosa que diga, independientemente de su posible veracidad. Ambas reacciones ejemplifican el sesgo de autoridad en acción, ya sea por exceso o por defecto, al carecer de pensamiento crítico tanto las respuestas de aceptación como de rechazo.

Trump tejió una narrativa que entrelazaba políticas de contratación, diversidad y la tragedia reciente. Comenzó pintando un cuadro de contraste dramático entre su administración y las de Obama y Biden. Describió los estándares de contratación anteriores como “mediocres”, mientras ensalzaba los suyos como “extraordinarios”. Con un lenguaje emotivo y categórico, afirmó haber elevado el listón para los controladores aéreos, permitiendo solo a los “de mayor aptitud, los de mayor intelecto y los psicológicamente superiores” calificar para el puesto. Esta narrativa de “antes frente al después” simplifica un proceso complejo de contratación y evaluación e insinúa que las políticas DEI son incompatibles con la excelencia y la seguridad.

Al abordar las políticas DEI, Trump dio un paso más allá, sugiriendo una conexión directa entre estas y la contratación de personas supuestamente no calificadas. Mencionó una lista de condiciones médicas, incluyendo “parálisis parcial, epilepsia, discapacidad intelectual severa”, entre otras, como ejemplos de personas que ahora podrían ocupar puestos críticos en el control aéreo. Este uso de ejemplos extremos, además de carecer de evidencias, apela a temores y prejuicios existentes. Es importante destacar que Trump no proporcionó información sobre las personas que estaban en la torre de control durante el accidente, dejando que la audiencia asuma una conexión que no necesariamente existe.

Otro aspecto destacado fue la interpretación detallada que Trump dio sobre el accidente. Hablando con la seguridad de un experto en aviación, el presidente describió la secuencia de eventos, culpando al piloto del helicóptero y a la torre de control. “He tenido el honor de escuchar las grabaciones”, declaró, utilizando su acceso a información privilegiada para reforzar su credibilidad. Trump vinculó esta interpretación con sus críticas a las políticas de los gobiernos demócratas, sugiriendo que la supuesta incompetencia en la torre de control era resultado de las políticas DEI de Obama y Biden. Es importante recordar que la investigación oficial aún está en curso, y que las causas reales del accidente aún no se habían determinado.

Este análisis de las declaraciones de Trump ilustra cómo puede manifestarse el sesgo de autoridad. A través del uso de lenguaje emotivo, la simplificación de temas complejos, la apelación a prejuicios existentes y la presentación de opiniones como hechos, una figura de autoridad puede influir en la percepción pública de eventos complejos.

Pero el sesgo de autoridad no es exclusivo de la arena política. Las marcas, por ejemplo, lo utilizan frecuentemente al emplear influencers y celebridades para promocionar sus productos y servicios. En estos casos, la autoridad percibida de la figura pública se transfiere al producto, influyendo en las decisiones de compra. El peligro del sesgo de autoridad radica en que puede llevarnos a aceptar afirmaciones sin evidencia, ignorar la falta de datos concretos, o sacar conclusiones prematuras sobre eventos complejos. En el caso del accidente aéreo, esto podría resultar en la propagación de desinformación, la polarización del debate público, o incluso en interferencias con la investigación oficial.

Pese a todo lo comentado, el sesgo de autoridad no es inherentemente negativo. En muchas situaciones, confiar en la opinión de expertos es una estrategia eficiente para tomar decisiones. El desafío está en encontrar el equilibrio entre respetar la experiencia y mantener un sano escepticismo. Para navegar este delicado equilibrio, podemos:

  1. Buscar evidencia concreta antes de aceptar afirmaciones, incluso de figuras de autoridad. Por ejemplo, en el caso de Trump, podemos buscar datos sobre los cambios en los estándares de contratación que menciona.
  2. Esperar los resultados de investigaciones oficiales antes de sacar conclusiones. En este caso, es importante no asumir las causas del accidente hasta que la investigación oficial concluya.
  3. Mantener una mente crítica y cuestionar las narrativas que se nos presentan, especialmente en situaciones de alta carga emocional. Debemos preguntarnos si realmente existe una conexión entre las políticas DEI y la seguridad aérea.
  4. Reconocer cuándo no hay suficiente información disponible para formar una opinión informada. En este caso, admitir que aún no tenemos todos los datos sobre el accidente.

En un mundo donde la información y las opiniones se propagan rápidamente, nuestra capacidad para pensar críticamente y evaluar las declaraciones basándonos en evidencias, y no en la autoridad de quien las emite, es muy importante. El caso de las declaraciones de Trump nos recuerda que, incluso las figuras más relevantes pueden hacer afirmaciones sin fundamento. Nuestra responsabilidad es abordarlas con un pensamiento crítico y equilibrado.

Puedes conocer más sobre el sesgo de autoridad en el siguiente vídeo

  1. Sotilla, J. (2025, enero 30). Trump politiza la tragedia: “Yo prioricé la seguridad. Obama, Biden y los demócratas priorizaron la política”. La Vanguardia.
  2. NBC News. (2025, enero 30). Trump implies DEI could be to blame for D.C. plane crash in press conference.
  3. Dwyer, C. P., Hogan, M. J., & Stewart, I. (2014). An integrated critical thinking framework for the 21st century. Thinking Skills and Creativity, 12, 43-52.
  4. Kahneman, D. (2011). Thinking, fast and slow. Farrar, Straus and Giroux.
  5. Stanovich, K. E., & West, R. F. (2000). Individual differences in reasoning: Implications for the rationality debate? Behavioral and brain sciences, 23(5), 645-665.

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