“Las personas nunca muestran tanta capacidad para solucionar un problema como cuando lo discuten libremente”
Thomas Babington, Lord Macaulay
Desde este punto de vista, el debate está íntimamente relacionado con el concepto de sociedad abierta. En la antigua Atenas, los ciudadanos se reunían en foros para discutir y debatir los asuntos más relevantes del día antes de pronunciarse con su voto. Estos debates eran una componente fundamental de una nueva forma de gobierno que Atenas dejaría como legado al mundo: la democracia.
A diferencia del totalitarismo y otras regímenes no democráticos donde un limitado conjunto de ideas se imponen como verdades absolutas, las sociedades democráticas se asientan sobre la base del intercambio libre y abierto de ideas. De hecho, se puede decir que la democracia no puede existir sin debate. Para que la democracia funcione, los valores que el debate estimula y fomenta; razonamiento, tolerancia, etc., deben ser valorados y promovidos. Pero incluso en sociedades que restringen la discusión abierta, el debate puede enseñar a la juventud que ninguna persona o gobierno posee la verdad absoluta.
Hoy día, desde Haití a Serbia, desde Noruega a Mongolia y más allá, los debates están ganando peso como foros para promover valores democráticos. Tal y como Sócrates estimulaba a quienes le escuchaban a examinar y cuestionar sus asunciones hace 2.500 años, el proyecto debate escolar anima a la comunidad estudiantil a cuestionar, a escuchar y a explorar temas de actualidad de una forma abierta con un espíritu de tolerancia y cooperación.
“Puede que esté equivocado y que tu estés en lo cierto y, con esfuerzo, podemos aproximarnos juntos a la verdad”
Karl Popper
El debate es un encuentro donde se argumenta entre dos equipos o individuos sobre un tema concreto siguiendo un estilo formal. De un modo más general, y principalmente, el debate es una herramienta fundamental para desarrollar y mantener la democracia y cultivar un espíritu de sociedad abierta. Mas que una mera habilidad verbal o de representación, el debate encarna los ideales de la argumentación razonada, la tolerancia a puntos de vista diferentes y el riguroso autoexamen. El debate es, por encima de todo, un medio para que personas que mantienen posturas diferentes discutan temas controvertidos sin llegar al insulto, o la descalificación.
Una característica clave del debate es que aunque raramente termina en acuerdo, si permite y estimula un robusto análisis del tema en cuestión. Quizá esto es lo que el filósofo francés Joseph Joubert quería decir cuando comentó:
“Es mejor debatir un tema sin llegar a una solución que resolver una cuestión sin debatirla”
El debate no es pues un foro para fijar verdades absolutas sino un medio para hacer y valorar argumentos que permitan a las personas que debaten entender mejor los puntos de vista propios y ajenos. Esta sensación de viaje compartido hacia la verdad acerca a las personas que debaten, incluso cuando representan puntos de vista opuestos sobre un determinado tema o provienen de culturas o estratos sociales diferentes . De este modo, el debate fortalece el valor democrático fundamental de la discusión libre y abierta.