En tiempos de crisis, la rapidez con la que circula la información en redes sociales nos lleva a formar percepciones de los hechos que, en ocasiones, pueden estar distorsionadas. El reciente desastre causado por la DANA en Valencia, que arrasó localidades y dejó cientos de víctimas, es un ejemplo claro de cómo funcionan el sesgo de anclaje y el proceso de activación en nuestra percepción de los hechos.
Tras el desastre, comenzaron a circular rumores impactantes en redes sociales. Uno de ellos, que afirmaba que había personas fallecidas en el parking de un centro comercial, se viralizó rápidamente, sin confirmación ni pruebas. Esta información se convirtió en una especie de “ancla” en la mente de muchas personas, moldeando su percepción de la situación, especialmente cuando fue compartida por figuras influyentes.
¿Qué es el sesgo de anclaje y por qué el rumor funciona como ancla?
El sesgo de anclaje es un fenómeno donde una primera impresión o información actúa como punto de referencia. Este ancla inicial puede influir cómo interpretamos el resto de la información que recibimos sobre el mismo tema. En este caso, el rumor sobre los fallecidos en el parking se convierte en ese ancla, una referencia emocionalmente cargada que captura nuestra atención de inmediato.
¿Por qué este rumor actúa como un ancla tan poderosa? Porque en contextos de crisis, estamos más predispuestos a aceptar información que genere una respuesta emocional fuerte. La idea de fallecidos en un lugar específico, como un parking, genera una imagen clara y dramática que rápidamente se instala en nuestra mente como una “verdad” de referencia, aunque esté basada en un rumor no verificado. Esta es la esencia del sesgo de anclaje: una primera impresión impactante establece una base sobre la cual interpretamos lo que viene después.
El proceso de activación: cómo reforzamos el ancla en redes sociales
Una vez que el ancla está establecida, entra en juego el proceso de activación. Este proceso se da cuando nuestra mente, influenciada por el impacto inicial, comienza a buscar y dar más valor a la información que confirme esa primera impresión, mientras minimiza o ignora la información que podría contradecirla. En este caso, cualquier comentario, post o noticia que mencione el rumor del parking actúa como “confirmación” en nuestra mente, reforzando la validez del ancla.
En redes sociales, este proceso se ve amplificado. Los algoritmos de plataformas como Instagram, Twitter o Facebook tienden a mostrarnos contenido relacionado con aquello que ya llamó nuestra atención. Esto significa que, si interactuamos con contenido sobre el supuesto hallazgo en el parking, es probable que veamos más publicaciones relacionadas. Además, los comentarios y reacciones de otros usuarios que aceptan o expanden el rumor nos llevan a confirmar aún más nuestra primera impresión.
Este efecto en cadena tiene un impacto significativo: la cantidad de contenido que confirma nuestra impresión inicial hace que percibamos el rumor como una verdad consolidada, dificultando nuestra capacidad de cuestionar o contrastar esta narrativa con otras fuentes.
Cómo el proceso de activación influye en nuestra percepción de los hechos
El sesgo de anclaje y el proceso de activación no solo moldean nuestra percepción en situaciones de crisis, sino que también influyen en nuestras decisiones y juicios cotidianos. Al priorizar la información que confirma nuestra primera impresión y minimizar la que la cuestiona, nuestras opiniones tienden a volverse más rígidas y unilaterales. Esto nos lleva a conclusiones que parecen sólidas y fundadas, cuando en realidad han sido moldeadas por el impacto emocional del ancla inicial y la influencia de las redes sociales. En este caso, sin cuestionar la validez del rumor inicial, llegamos a una conclusión que se apoya más en la cantidad de contenido que lo valida y en el impacto emocional que en una evaluación crítica de la información. La saturación de publicaciones alineadas con la impresión inicial limita nuestra capacidad de analizar otras perspectivas o verificar datos, inclinándonos hacia una visión parcial de la situación
¿Cómo desarrollar una visión crítica ante el sesgo de anclaje en redes sociales?
Ser conscientes del sesgo de anclaje y del proceso de activación nos permite observar cómo una primera impresión impactante condiciona nuestro juicio. Algunas recomendaciones para desarrollar una visión más equilibrada y crítica incluyen:
Tomar distancia emocional: Si una noticia genera una reacción emocional fuerte, tomarse un momento antes de compartirla o asumirla como verdad. La intensidad de nuestra reacción puede ser una señal de que estamos ante un posible ancla emocional que merece ser evaluada con calma.
Dudar de las primeras impresiones: Ante cualquier noticia impactante, especialmente en redes sociales, es útil preguntarnos si estamos recibiendo toda la información o si estamos aceptando una única versión de los hechos.
Contrastar información: Intentar buscar fuentes adicionales o información oficial sobre el tema en cuestión. Esto ayuda a matizar la narrativa y a evitar que el proceso de activación se enfoque solo en contenido que confirme el ancla.
Observar las recomendaciones del algoritmo: Si vemos que nuestro feed está lleno de contenido similar que refuerza una única perspectiva, puede ser útil buscar activamente fuentes distintas o puntos de vista alternativos. Los algoritmos tienden a mostrarnos lo que confirma nuestras interacciones, por lo que ser proactivos nos ayuda a romper ese ciclo.
Conclusión
El sesgo de anclaje y el proceso de activación son herramientas psicológicas que, en redes sociales, pueden influir profundamente en nuestra percepción de la realidad, especialmente en tiempos de crisis. Ser conscientes de este fenómeno nos permite detenernos, analizar y preguntarnos si estamos viendo toda la información o solo aquella que confirma nuestra primera impresión. En un mundo donde la información circula a velocidad vertiginosa, desarrollar una conciencia crítica es clave para formarnos opiniones más completas y ajustadas a la realidad.