¿Qué influye sobre el comportamiento de los estudiantes tras el debate?

Trabajo, sacrificio, ilusión y dedicación son ingredientes necesarios para la preparación de los debates, que los estudiantes ponen en valor durante la celebración de los mismos. Profesores y mentores, conscientes de los beneficios de esta práctica, desean conocer qué influye sobre el comportamiento de los estudiantes para que su motivación perdure en el tiempo.

 La teoría de la Atribución de Weiner (1980, 1992) explica cómo los estudiantes interpretan las causas de sus éxitos y fracasos y de los sentimientos que provocan esas causas. La interpretación que hacen de los acontecimientos está guiada por sus propias creencias, valores y sentimientos y están íntimamente relacionadas con su motivación, influyendo sobre sus conductas, estrategias y reacciones. En términos de motivación en el debate, la teoría de Weiner mantiene que los estudiantes explican el éxito o el fracaso en el debate de acuerdo con sus creencias en tres dimensiones:

–       El locus de control: si el estudiante cree que el éxito o fracaso se debe a una causa interna (como su nivel de habilidad/competencia) o una causa externa (como el modo en que el profesor/mentor entrena al equipo o el juez valora su intervención)

–       Estabilidad: Si el estudiante piensa que es probable que la causa del éxito o fracaso en el debate se mantenga siempre o que varíe y produzca resultados diferentes la próxima vez ¿Cree el estudiante que no va a ganar el debate por mucho que se esfuerce en el siguiente?

–       Gobernabilidad: si el estudiante piensa que puede controlar las causas del resultado. Una causa controlable puede ser la cantidad de tiempo que el estudiante dedica a prepara el debate. Una causa incontrolable es la creencia de no tener el “gen para hablar en público”

 El modo en que los estudiantes atribuyen sus éxitos o fracasos, sus creencias sobre cómo triunfaron o al fracasaron en el debate, influye sobre la cantidad de esfuerzo que pondrán en la preparación del próximo debate. Es más probable que los estudiantes estén motivados para esforzarse si creen que tienen el control sobre el resultado y que la situación es inestable, es decir, el resultado puede variar la próxima vez.

 La atribución de causas al éxito o fracaso en el debate produce emociones diferentes en los estudiantes, que actúan como freno de conductas posteriores o como estímulo-guía para continuar motivado en la preparación de los siguientes debates. Analizando las diferentes atribuciones que los estudiantes asignan al éxito, podemos encontrarnos con:

– Si es éxito es atribuido a factores internos, gran esfuerzo o habilidad, esto generará satisfacción y autoconfianza para nuevos retos.

– Si el éxito es atribuido a factores externos, suerte, por ejemplo ser favorecido por el juez, existirá satisfacción y grado de autoconfianza menores que en el caso anterior.

– Si el éxito es  atribuido a factores estables, habilidad, se producirá en el sujeto satisfacción y expectativa de éxito futuro, ya que los factores estables perduran en el tiempo.

– Si el éxito es atribuido a factores inestables, suerte, por ejemplo, fallos del equipo rival, la satisfacción y expectativas para el futuro no serán tan positivas.

– Si el éxito es atribuido a factores controlables, esfuerzo, habrá buenas expectativas futuras y buena motivación para el futuro.

– Si el éxito es atribuido a factores incontrolables, fortuna, por ejemplo valoración del juez, postura a defender o nivel del otro equipo, las expectativas futuras se verán afectadas de forma negativa.

 Del mismo modo, analizando la atribución de los estudiantes al fracaso:

– Si el fracaso es tribuido a factores internos y estables como la falta de habilidad, se generarán sentimientos de frustración y enfado; expectativas negativas para el siguiente debate.

– Si el fracaso es atribuido a factores internos e inestables como la falta de esfuerzo, se tendrá expectativas de mejorar.

– Si el fracaso atribuido a factores externos, que no dependen de los estudaintes, por ejemplo el juez, se generan sentimientos de protección de autoestima, ya que el fracaso no se debió a una pobre actuación sino a factores externos fuera del alcance del equipo.

 Las atribuciones causales son SUBJETIVAS.  Los juicios que hacemos sobre los demás y sobre nosotros mismos cargan esa SUBJETIVIDAD.  Las teorías de atribución responden a nuestra NECESIDAD de entender y PREDECIR los comportamientos. Por ello, cuando los estudiantes aprenden que tienen el control de su propio aprendizaje, su motivación para trabajar duro y triunfar aumenta.

 Cuando hacemos juicios sociales, atribuciones, es importante tener presente nuestras limitaciones, nuestra subjetividad.   Por tanto, es iportante tener en cuenta que vemos lo que podemos y queremos ver, del color que tenemos para verlo.

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